EL DESAFÍO IRRELIGIOSO DE PUENTE OJEA 3 artículos.

El desafío irreligioso de Puente Ojea (I)

30.01.2024

Desafío ateo de Puente Ojea

Escribe Antonio Piñero

Miguel Ángel López Muñoz, profesor de Filosofía, Instituto de Enseñanza Secundaria “Séneca”  de Córdoba acaba de publicar en la Editorial Laetoli de Pamplona un libro-enciclopedia sobre el pensamiento filosófico, político y religioso de Gonzalo  Puente Ojea que merece ser tenido en cuenta por múltiples razones. El título exacto es “El desafío ateo de Puente Ojea”, colección “Libros abiertos”, 26, 2023 ISBN 9788-84 126410-7-3. 15x23, 556 pp.

En mi opinión es un libro magnífico de un autor serio e informado, Miguel Ángel Muñoz, desgraciadamente poco conocido en ámbitos académicos ya que enseña en un Instituto de Secundaria. Me parece una obra extraordinaria por múltiples razones. La primera porque es una exposición realmente objetiva y llena de detalles interesantes de los entresijos de la vida y obra de Gonzalo Puente Ojea, un pensador profundo, acertado, sensato, extremadamente lógico y racional  en temas aparentemente diversos, pero relacionados entre sí, como son la religión considerada como creación de la mente humana, la doctrina política, la antropología, la sociología  y otras ciencias, como la neurología, que de algún modo tienen relación con el fenómeno religioso y con la política y sociedad de la época que le tocó vivir.

Puente Ojea nació en Cienfuegos (Cuba) el 21 de julio de 1924 y murió en Guecho, Vizcaya, el10 de enero de 2017. Según Ricardo García Cárcel, conocido ensayista e historiador, Puente Ojea fue un pensador radical, impecable racionalista, una suerte de verso libre o rara avis en el pensamiento filosófico, político y religioso español del siglo XX. Puente Ojea militó en pro de un mundo laico, y democrático en el que imperara no la pasión  y la militancia fanática, sino la argumentación racional en todos los ámbitos.

Mi colega de la Universidad Complutense, catedrático emérito de filosofía, Gabriel Albiac, sostiene que la “obra de Puente Ojea se cuenta entre las más extensas y, en todo caso, coherentes del pensamiento español contemporáneo. Puente Ojea fue reconocido y admirado por todos aquello que en España y fuera de sus fronteras, hubieran apostado por un envite materialista en filosofía. Puente Ojea fue respetado por los teólogos e historiadores de la religión verdaderamente serios y, a la vez, profundamente detestado por los supersticiosos e ignorantes. Su obra es un lujo inmenso para la inteligencia”.

Es una pena que tras su muerte todos los que detestan un pensamiento de raíz arreligiosa, agnóstica y sobre todo atea hayan cubierto con un espeso manto de silencio su obra de modo que pareciese que no había existido. Yo no soy ateo, sino agnóstico, pero considero que la argumentación de Puente Ojea no debe perderse puesto que  es un acicate inmenso para discusión de la existencia y la esencia de la religión. Y este es un tema que interesa a todos, incluidos por supuesto las personas profundamente religiosas pero que sienten interés por dar a su ideario religioso una base de pensamiento racional.

Precisamente por esto olvido forzado por sus enemigos, sostengo que el libro de M. A. Muñoz es oportunísimo. Aparte de la extensa noticia biográfica, interesante como marco de su pensamiento, la obra que comento es un resumen espléndido del pensamiento filosófico, historiográfico, sociológico, religioso de Gonzalo Puente Ojea, al destacar que tuvo un gran influjo en España en los años 90 del siglo pasado y primera decena de este siglo. Según López Muñoz, Puente Ojea fue una suerte de luz  segura y continua que iluminó el camino de muchos lectores en España y en la América de lengua hispana, que transitaron a menudo sin la conveniente reflexión por los campos de la filosofía, de la religión y cuestiones conexas.

Hay otra razón para destacar la importancia de este libro de López Muñoz, a saber, porque a través del recorrido por el pensamiento de Gonzalo Puente, el lector tiene la estupenda posibilidad de  conocer muy diversos aspectos de la historia política, social y religiosa de  España en los últimos tiempos, en los que la religión católica y su ideario ha sido y es de tremendo influjo, con sus consecuencias.

Y por último, el libro de López Muñoz presenta una ejemplar muestra del manejo de fuentes de diverso tipo en un trabajo documental y de archivo que permite obtener una base sólida desde la que abordar un pensamiento exigente y riguroso como el Gonzalo Puente.

No pretendo agotar en esta primera postal de presentación. Solo añadir que ya en otra ocasión afirmé que Puente Ojea. “Fue un pionero, el que portaba la luz que iluminaba el camino entre la niebla, el que roturó seriamente el campo aún en barbecho del análisis crítico de la religión y de sus mitos, el que exponía sus conclusiones pese a la estigmatización que la manifestación de su libertad le iba a ocasionar”.

Seguiremos

https://www.religiondigital.org/el_blog_de_antonio_pinero/desafio-irreligioso-Puente-Ojea_7_2638306148.html

Saludos cordiales de Antonio Piñero

Enlace a una entrevista en la que hablo sobre la figura de Judas Iscariote, “¿Personaje histórico o meramente literario?”:

https://youtu.be/xHYb-4IA8uc?si=3eCAjRuygh8hxUqo

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El desafío irreligioso / ateo de Puente Ojea (II)

30.01.2024

Puente Ojea joven

Escribe Antonio Piñero

Continúo con la presentación del libro de Miguel Ángel López Muñoz sobre la figura y obra de Gonzalo Puente Ojea. Es ciertamente el libro que comento una biografía del personaje, pero  a la vez, una presentación (con estupendos índices) ordenada de todas las obras de Puente Ojea, divididas por temas; obras que son  analizadas y comentadas con gran claridad y exhaustividad por el biógrafo.

Comienza el autor con una exposición del método empleado por Puente Ojea para investigar los temas que considera importantes respecto a la religiosidad e irreligiosidad, temas que siguen interesando, sin duda al público español de hoy. El método de Puente Ojea comporta una afirmación de que el mejor arsenal de instrumentos para lograr el conocimiento de los procesos históricos en general y en particular de los religiosos es el materialismo dialéctico derivado de las ideas filosóficas y sociológicas de los presupuestos teóricos de Karl Marx. Postula Puente que el método derivado de la filosofía idealista debe ceder ante la metodología del materialismo histórico y su epistemología, o sistema para lograr el conocimiento.

A partir de este punto de vista estudia López Muñoz el tratamiento de puente Ojea sobre “Las ilusiones religiosas”, su origen (o con otras palabras el origen de le religión), los orígenes concretos del cristianismo como un fenómeno ideológico, la construcción fantasiosa del concepto de “alma” y cuestiones relacionadas con la experiencia religiosa

Tras desarrollar las bases teóricas de su aproximación histórica a los inicios del cristianismo, López Muñoz aborda la presentación, estudio y análisis críticos de las obras de Puente Ojea sobre

A) Las diferencias entre el Jesús histórico y el Cristo de la fe;

B) El Jesús de la historia;

C) El Cristo mítico o el Cristo de la fe y la tergiversación de la historia operada por los autores de los Evangelio en pro de una concepción teológica de Jesús, concepción transformadora de un personaje histórico en un concepto religioso, ese Cristo de la fe que es la base de la teología cristiana.

Expone luego López Muñoz la cuestión del origen y desarrollo de la Iglesia cristiana porque es la que más interesa al lector occidental. Este desarrollo va  desde una concepción mesiánica del grupo de seguidores de Jesús en sus inicios hasta su transformación en una institución de poder no solo religioso, sino también secular. Una vez delimitado este tránsito aborda López Muñoz la cuestión de la verdad histórica de la religión en general y la cristiana en particular, según Puente Ojea; la separación entre ciencia y religión; la experiencia religiosa en general y la cristiana en particular; la filosofía analítica basada en la creencia en la existencia de Dios y la crítica filosófica a la experiencia religiosa y a esa teología teísta.

A continuación, el libro de López Muñoz trata otro tema d candente actualidad: la cuestión del laicismo y la secularización en el ámbito del estado moderno: el escepticismo filosófico y la religión; los fundamentos epistemológicos (es decir, desde el punto de vista de la teoría del conocimiento humano, como apunté arriba) del laicismo; la libertad de conciencia y la tolerancia, y la práctica del laicismo.

Como puede observar el lector con facilidad, los temas abordados por Puente Ojea en sus libros son de actualidad extrema. Y las aclaraciones que el biógrafo, López Muños, va haciendo sobre las aportaciones de Puente Ojea a esas cuestiones son más que interesantes. Y todo muy bien ordenado y presentado.

El libro concluye con apéndices de valor indiscutible: un índice ordenado de la producción literaria, filosófica, sociología e histórica de Puente Ojea; un índice de los trabajos sobre las obras de Puente Ojea mismo, y un sabroso índice de autores citados y sobre todo de materias.

Opino de nuevo que el lector cae en la cuenta al momento de cuán interesante es el libro de Miguel Ángel López Muñoz, que la editorial Laetoli, de Pamplona, ha titulado “El desafío ateo de Puente Ojea”. Estoy convencido de que para algunos lectores los vocablos “ateísmo” / “ateo” pueden desaconsejar a priori la lectura de este libro. Pero no es así, y no debe ser así, porque la obra de Puente Ojea no es por sí misma solo un “Elogio del ateísmo”, sino ante todo un abordaje comprehensivo de todos los temas de la religiosidad / irreligiosidad que pueden interesar al lector preocupado hoy día por los fundamentos, o carencia de ellos, acerca del tema de la religión en general.

Creo que en la próxima entrega concluiré la presentación del libro de López Muñoz sobre la ingente obra de Gonzalo Puente Ojea. Me parece que era ya la hora de hacer un balance completo y muy equilibrado sobre la que ha supuesto la irrupción de las obras de Puente Ojea en unos momentos políticos y religiosos muy importantes que comienzan hacia 1970  y que duran en sus secuelas hasta hoy día.

https://www.religiondigital.org/el_blog_de_antonio_pinero/desafio-irreligioso-Puente-Ojea-II_7_2638306147.html

Saludos cordiales de Antonio Piñero

Nota:

“Juan Bautista y los esenios” entrevista de Osvaldo Opazo a Adolfo Roitman y Antonio Piñero

https://www.youtube.com/live/tTFG8fcnbR4?si=Id6Uhu7eaxkZfxqB

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El desafío arreligioso de Puente Ojea (y III)

13.02.2024

Puente Ojea joven de mayorcito

Cierro hoy la trilogía de breves artículos sobre el libro de M. Ángel López Muñoz sobra lla vida y  oba de Gonzalo Puente Ojea

Escribe Antonio Piñero

Ciertamente la carrera profesional de Gonzalo Puente Ojea se desarrolló en el ámbito del derecho y de la diplomacia, hasta llegar al grado máximo de su carrera como “Embajador de España”, función, cargo y honor que, una vez conseguido, es un título honorario de por vida.  Pero su impacto en el ámbito intelectual fue por derroteros distintos a los meramente diplomáticos y políticos. Como tuve la estupenda ocasión de tratar a menudo a Puente Ojea en más o menos los veinte años anteriores a su muerte, puedo asegurar con total sinceridad que mi admiración personal y científica –en terrenos de la historia, sociología, filosofía, orígenes de la religión, Jesús de Nazaret y orígenes del cristianismo como indiqué– fue creciendo con el tiempo.

Confieso que admiré a Puente Ojea, aparte de por su tremenda inteligencia, lucidez  y penetración analítica, ante todo por su inmensa honestidad intelectual. Fue en su juventud un fervoroso “Propagandista” de la Institución fundada por el Cardenal Herrera Oria. Pero cuando le llegó la edad de una más profunda reflexión, se planteó decididamente las bases de sus creencias religiosas con todas las consecuencias. Buscó y buscó. Leyó ávidamente todo lo que pudo, y creyó encontrar la clave de su vivir en dos direcciones: en la de profundizar en el sentido de la historia de la humanidad leyendo no solo bibliografía meramente histórica, sino ante todo filosófica, y en la de ahondar en los orígenes y consecuencias de la religión y en concreto de la suya, el cristianismo. Los dos senderos de búsqueda le proporcionaron una base sólida para interpretar facetas variadas del hombre occidental, en concreto en España,  relacionadas con el ámbito de la religión, la religiosidad, el papel del estado en la educación, la debida orientación laica del Estado y el análisis de la Constitución del 78.

Quedó convencido Gonzalo Puente de que la mejor herramienta intelectual para comprender la historia  era la metodología del materialismo dialéctico, siguiendo la estela de Marx y de Engels. Pero no fue nunca Puente Ojea un fanático en su aplicación exclusivista. Y para entender la religión, creyó encontrar un venero seguro en la filología-teología alemana de principios del siglo XX, en la estela de Rudolf Bultmann y su entorno. Y cuando tuvo plena conciencia de que podía explicar a las gentes su interpretación de la historia del cristianismo primitivo y de su ética y política, escribió en 1973 ­--aún vivía Franco y la libertad intelectual podía costar cara–  un libro impactante: “Ideología e Historia. El cristianismo como  fenómeno ideológico”. Este libro, considerado básico por muchos de sus seguidores, no fue más que el inicio de una exploración más profunda y continuada durante decenios de los ámbitos intelectuales del alma-cerebro, del origen de la religión, del cristianismo, del impacto de Pablo en la formación de la ideología cristiana, y de la sociedad española conformada por esta.

Y confieso también que los libros de Gonzalo en lo que más me concierne, el primer cristianismo, me impactaron soberanamente, pues –aunque conocía bastante bien la teología alemana por haber hecho gran parte de  mi tesis doctoral en Heidelberg--, sus libros sobre el ateísmo, la fe cristiana, la crítica antropológica de la religión, el nacimiento y desarrollo de la ideología cristiana en la Patrística, me parecieron iluminadores cuando vi que toda la teología de los primeros decenios del cristianismo, a partir del pensamiento creativo paulino sobre Jesús, se aplicaba, ante gente atónita e irreflexiva, a esclarecer la figura de ese Jesús y del primitivo cristianismo.

Y aquí viene a cuento de nuevo lo de la honestidad intelectual de Puente Ojea: dados los momentos en los que se publicó el mencionado primer libro impactante, “Ideología e Historia”, 1974, y la atmósfera notablemente pro católica de los decenios siguientes, la publicación de sus obras sobre el mito del alma, el elogio del ateísmo, el origen de la religión, el mito de Cristo, etc. fueron actos de una valentía enorme que le costaron muchos disgustos, aunque también no pocas alegrías de gente que los valoraron con justicia y amplitud de miras. Personalmente, desde que leí “Ideología e Historia”, mi vida intelectual cambió, porque se fortalecieron los puntos de vista que yo solo y tanteando en la oscuridad me había ido formando lentamente hasta entonces. Fue como un libro de cabecera que me robusteció.

A lo largo de los años no disminuyó en mí ni un ápice el enorme respeto por Gonzalo Puente y continuó mi admiración  por la sensatez, la profundidad de sus análisis, por el ansia de aprender y de profundizar en todo lo que tocaba intelectualmente, por la pausa con la que leía y anotaba sus libros (yo los tuve entre mis manos), por su capacidad de asimilación, por el orden y claridad de sus ideas y por la capacidad dialéctica, límpida, para discutir esas ideas laboriosamente conseguidas entre los que pretendíamos ser sus pares sin conseguirlo, y por abordar otros problemas intelectuales en torno a la política, la sociología y la historia reciente de España.

Así que siempre consideré a Gonzalo Puente Ojea un pionero, el arriesgado primero de la fila, el que abría senda, el que portaba la luz que iluminaba el camino en la niebla, el que en serio roturó el campo aún en barbecho del análisis crítico de la religión y de sus mitos, el hombre dotado de una capacidad de análisis independiente, noble, valiente, el que reconocía con sinceridad cuáles eran sus fuentes sin ocultarlas jamás, el que no aceptaba ningún argumento sin profundizarlo y debatirlo…, y el que exponía sus conclusiones pese a la posible estigmatización que la manifestación de su libertad le iba a ocasionar.

Por estas y otras razones similares, al  haber estimado profundamente a Gonzalo Puente Ojea como uno de mis más brillantes maestros intelectuales, admiro también el libro que sobre su vida, su trayectoria intelectual y su pensamiento ha escrito Miguel Ángel López Muñoz, tras décadas de paciente y casi exhaustiva investigación. Este libro, pues, es fruto de un notable trabajo –puedo decir– de dos decenas de años. El lector encontrará en él indicaciones muy completas de cualquier aspecto que le interese sobre la vida y obras de Puente Ojea y un resumen muy bueno de su pensamiento.

Gonzalo Puente abrió caminos en lengua hispana que, para mí, aún no están del todo explorados. Con su muerte perdimos a uno de los pocos pensadores que eran de verdad independientes en España en materia de religión y crítica filosófica. El libro de López Muñoz es una espléndida muestra de lo mucho que le debemos y de los senderos que él abrió. Personalmente lo he leído con gran provecho.

https://www.religiondigital.org/el_blog_de_antonio_pinero/desafio-arreligioso-Puente-Ojea-III_7_2642505733.html

Antonio Piñero

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